sábado, 22 de diciembre de 2007

LOS PROFESORES ANTE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

La implantación de las nuevas tecnologías en nuestra sociedad ha modificado sustancialmente nuestra vida cotidiana, al cambiar nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestro modo de trabajar y de formarnos.
Por ello es evidente que el papel que debe de desempeñar el profesor ha de sufrir un cambio profundo con respecto al que ha ejercido de forma tradicional. Este cambio consiste fundamentalmente en que el profesor pasará de ser el elemento predominante y exclusivo en la transmisión de conocimientos a convertirse en una pieza clave de los procesos de enseñanza/aprendizaje, haciendo de mediador y generador-organizador de situaciones en las que el estudiante pueda aprender por sí mismo.
Papel del Profesor
Cumplir con esta tarea exige, además de una buena base de conocimientos científicos, que el profesor desarrolle nuevas competencias que podríamos encuadrar en tres ámbitos:
el ámbito de las capacidades, (análisis y síntesis, crítica y autocrítica, creativa, organizadora de adaptación...),
el ámbito de las actitudes (abierta, innovadora, participativa, comunicativa...) y
el ámbito de las destrezas didácticas (conocedor del desarrollo integral del alumno, mediador del saber, mediador del aprendizaje, motivador y orientador del aprendizaje...).
Y es que el éxito de cualquier innovación en el ámbito educativo depende en gran medida de la actuación docente que viene determinada, sobre todo, por su formación. Por ello la integración y utilización de las nuevas tecnologías en la educación requieren una adecuada formación del profesorado.
Formación del Profesorado
Como hemos señalado estas innovaciones significan un importante cambio de rol del profesor lo que supone uan necesaria formación.
En este proceso de formación hacia un papel renovado del profesor, las nuevas tecnologías no sólo entran dentro del ámbito de las nuevas competencias a adquirir, sino que pueden contribuir a la adquisición de esas nuevas competencias, favoreciendo el proceso de formación del profesor hacia ese papel innovador.
Así por ejemplo, el uso de la informática nos va a permitir la impartición de cursos a distancia, a través de vías como Internet, lo que hemos venido en llamar "Teleformación", evitando el que los profesores tengan que desplazarse hasta la entidad de formación más cercana, ahorrando así tiempo y esfuerzo, aumentando también la facilidad de horarios, cada uno puede realizar el curso en el momento que elija; la creación de bases de datos con fondos de archivos, bibliotecas, etc., que amplía enormemente la posibilidad de acceso a la información, etc.
. En esta línea de Pablos (1996) señala una serie de criterios a tener en cuenta en el diseño del plan de formación para profesores:
Se debe partir de la idea de que el simple hecho de la incorporación de nuevas tecnologías en el proceso de enseñanza-aprendizaje no provoca automáticamente ningún cambio sustancial en dicho proceso. Las nuevas tecnologías para que realmente se puedan considerar como un elemento renovador, exigen un replanteamiento de la selección de contenidos, la metodología, el sistema de relación en el aula, la evaluación, etc.
El planteamiento del curso no puede ser sólo teórico acerca de cómo introducir las nuevas tecnologías en el aula; la experimentación del propio profesor que asiste al curso es fundamental, "no podemos adquirir sino aquellas ideas, sentimientos y técnicas que hayan sido vividas por nosotros", Dewey (en de Pablos, 1996).
Buscar la integración de las Nuevas Tecnologías en el currículum, no sólo como recursos didácticos, sino como auténticos instrumentos de análisis de realidad y herramientas de pensamiento.
A nuestro entender, estos serían algunos de los bloques temáticos sobre los que debería estructurarse una acción formativa que va a recaer en el profesor:
1. Competencia didáctica
2. Competencia tecnológica
3. Competencia tutorial

Concluimos haciendo hincapié en la necesidad de tener como base de esta formación una reflexión crítica que permita al profesor afrontar el uso de los medios de forma comprensiva, abriéndose a nuevas maneras de organizar y planificar las actividades, los contenidos y el espacio físico del aula. En definitiva, pensamos que lo fundamental es asegurarle una formación para que sepa aprovechar las potencialidades educativas que le brindan las nuevas tecnologías y tengan una mentalidad abierta al cambio y la innovación con vistas a contribuir a la permanente mejora de la calidad de la enseñanza.

1 comentario:

Yago dijo...

Este artículo habla sobre la manera en que se ven afectados los profesores a la hora de impartir sus clases con la incorporación a dichas sesiones de las Nuevas Tecnologías.
En él, se nos dice que los profesores deben renovar sus conocimientos y aptitudes, ya que la mayoría de ellos han sido formados con métodos más arcaicos, por lo que no poseen conocimientos sobre Nuevas Tecnologías. Por lo tanto, deben asistir a cursos o clases donde se les instruya sobre este tema, para poder utilizar dichos métodos a la hora de dar clase.
También deben conocer estas herramientas porque sus propios alumnos las utilizarán a diario y en todos los lugares, por lo que deberán estar familiarizados con sus posibles usos, para sacarles el mayor provecho posible.
La implantación de dichas NNTT en el aula también hace que deba modificarse la forma de plantear las clases, su organización y su forma de desarrollarlas en la práctica.
Por último, decir que el papel del profesor varía con respecto a tiempos anteriores, ahora ya no es el único que transmite conocimientos, sino que ahora las NNTT ganan en importancia a la hora de la transmisión de conocimientos, pasando el maestro a un papel algo más secundario, sirviendo de apoyo a los alumnos.